Le digo que lo único verdadero es el dolor y que uno se ve obligado a inventarse todo lo demás: una vida que rodee el dolor, que lo disimule. El disfraz que es todo esto. Y ella sonríe y dice que sí, que tal vez, que quizá tenga yo razón, ¿pero no sería bonito que esto también fuera cierto? Aunque fuera durante un rato, dice mientras se desnuda. Y yo asiento y murmuro algo de que el dolor es intermitente.
2 comentarios:
Y el quitapenas (como lo llama Galeano) es la mejor cura. De momento.
Uh. De momento, sí. Así que no lo llamemos cura. Paliativo, mejor.
Atormenta sólo de pensarlo.
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