La cautela. La intimidad. El anhelo. Tu cuerpo junto al mío. Tu manera de bajar la mirada. Tu boca. Tu nariz. Tus ojos. Tu sonrisa por alguna tontería mía. Tu voz. Dormir contigo. Despertar contigo. Tomarnos el pelo por esto y lo otro. Tu piel desnuda y el estremecimiento de tu cuerpo. Tus pies enredados con los míos. Ese lunar en la nuca. Tus lágrimas y tu risa. Ese hálito de súbita esperanza.
5 comentarios:
Eso no es la revolución, eso es el paraíso :)
Bien definido. Esperanza.
Disfruta de este momento, Arturo (le dijo Merlín al Rey)...
Es un paraiso, completamente deacuerdo...
...y otra vez la esperanza...
Ud. se está poniendo blandito.
Bonito
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