Lo malo es que cuando se pasa uno por el forro las leyes de un dictador... luego el dictador lo pasa a uno por las armas.
Estuve hace no mucho en un congreso en Costa Rica, y un colombiano, en una ponencia, decía que los resultados de sus investigaciones eran difíciles de airear, porque entraban en conflicto con los intereses de los narcos. Un chileno, en el turno de preguntas, le dijo que había que ser valiente y decir las cosas (fíjate tú), y el otro le respondió sin inmutarse que en su Universidad ya habían tiroteado (y con todo éxito) a unos cuantos, pero que si el chileno estaba dispuesto a ir a Colombia a hacer campaña a favor del medio ambiente, que era bienvenido.
Es fácil hablar desde la barrera. Sólo tiene valor la palabra del que ha sido toro. No es mi caso, yo he tenido una vida demasiado fácil.
Pues fíjate, Microalgo, que yo el texto lo he leido entre líneas sacando la conclusión, seguramente equivocada, de que se refería a lo que está ocurriendo en España y en el resto de democracias donde de facto se vive una dictadura. Ahora ha nacido un germen de posible cambio de una parte de la sociedad muy descontenta de cómo funciona el sistema donde está permitido que corruptos participen en las elecciones arropados por sus partidos y donde los poderes ejecutivo, legislativo y judicial están supervisados por el govierno de turno. Yo a este texto le he dado esa doble lectura. Referente a una dictadura al uso, totalmente de acuerdo contigo, ya estaríamos hablando de otra cosa, aunque la solución final seguramente sería la misma, la protesta, aunque las consecuencias de la misma serían distintas. un saludo.
Pues puede que su lectura sea mucho má sacertada que la mía, Maese Fernández. Y tal vez haya que aprovechar esos resquicios de civilización para colar un poco de revolución.
Y la no-separación de poderes es una de las características más patentes de las dictaduras bananeras, desde luego. En eso también creo que coincidimos.
5 comentarios:
Esperemos que eso no ocurra. Las leyes, sobre todo las que salen de un dictador, hay que pasarselas por el forro.
Lo malo es que cuando se pasa uno por el forro las leyes de un dictador... luego el dictador lo pasa a uno por las armas.
Estuve hace no mucho en un congreso en Costa Rica, y un colombiano, en una ponencia, decía que los resultados de sus investigaciones eran difíciles de airear, porque entraban en conflicto con los intereses de los narcos. Un chileno, en el turno de preguntas, le dijo que había que ser valiente y decir las cosas (fíjate tú), y el otro le respondió sin inmutarse que en su Universidad ya habían tiroteado (y con todo éxito) a unos cuantos, pero que si el chileno estaba dispuesto a ir a Colombia a hacer campaña a favor del medio ambiente, que era bienvenido.
Es fácil hablar desde la barrera. Sólo tiene valor la palabra del que ha sido toro. No es mi caso, yo he tenido una vida demasiado fácil.
Pues fíjate, Microalgo, que yo el texto lo he leido entre líneas sacando la conclusión, seguramente equivocada, de que se refería a lo que está ocurriendo en España y en el resto de democracias donde de facto se vive una dictadura. Ahora ha nacido un germen de posible cambio de una parte de la sociedad muy descontenta de cómo funciona el sistema donde está permitido que corruptos participen en las elecciones arropados por sus partidos y donde los poderes ejecutivo, legislativo y judicial están supervisados por el govierno de turno.
Yo a este texto le he dado esa doble lectura. Referente a una dictadura al uso, totalmente de acuerdo contigo, ya estaríamos hablando de otra cosa, aunque la solución final seguramente sería la misma, la protesta, aunque las consecuencias de la misma serían distintas.
un saludo.
El acto revolucionario esta, por defincion, mas alla de la ley, si no, no seria revolucionario.
Pues puede que su lectura sea mucho má sacertada que la mía, Maese Fernández. Y tal vez haya que aprovechar esos resquicios de civilización para colar un poco de revolución.
Y la no-separación de poderes es una de las características más patentes de las dictaduras bananeras, desde luego. En eso también creo que coincidimos.
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