miércoles, 14 de abril de 2010

Encontrar lo perdido

Encontrar un número de teléfono apuntado y no saber de quién es. Uno podría llamar, claro, y preguntar. Quizá ni siquiera sería necesario preguntar, pues tal vez fuera posible reconocer a nuestro interlocutor cuando contestara, pero imaginemos que no, imaginemos que el sonido de su voz no nos dice nada, que no somos capaces de identificar a su dueño. Entonces habría que decirle nuestro nombre y preguntar. Decir que hemos encontrado este número y no sabemos a quién pertenece. Pero podría suceder que la otra persona fuera alguien importante de nuestro pasado y se sintiera ofendida. ¿Cómo que has olvidado mi número?, podría quejarse la otra persona, ¿cómo puedes ver mi número y que te sea totalmente extraño? E improvisar una rápida disculpa y colgar, avergonzados por nuestra falta de memoria.

No hay comentarios: