domingo, 2 de marzo de 2008

Hidrodinámica

Escribía mi historia en los márgenes de la vida, aunque en aquellas tertulias alcohólicas que se alargaban hasta la madrugada decía que un día saldría a tomar las calles y los antidisturbios me llevarían a casa. "Escribiré novelas angustiosas y me acostaré con chicas cada vez más jóvenes, chicas que no recuerden la caída del Muro de Berlín ni hayan visto jugar a la selección de baloncesto de la Unión Soviética", mascullaba. "Ya lo veréis, cualquier día empiezo a hacerlo", concluía mirándoles todo lo amenazante que podía.

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