viernes, 27 de enero de 2006

Sueña, que algo queda

En estos últimos tiempos he tenido unos sueños de lo más curiosos. Creo que intentan decirme algo, que todos ellos llevan un mensaje oculto y catártico que no consigo entender del todo. He aquí los más importantes:

1 - 100 hermosas mujeres naufragan en una isla desierta. Su única compañía masculina es un servidor. En el sueño, me froto las manos. Creo que también lo hago en el mundo real, mientras duermo. Pasan los días, pero no consigo nada. Descubro que todas han decidido optar por el lesbianismo militante en la isla. O eso o es que eran pasajeras de un crucero lésbico por el Pacífico.

2 - Natalie Portman y yo. Natalie Portman decide pasar por mi casa y meterse en la cama conmigo. Por alguna extraña razón habla en perfecto castellano y, aunque me sorprende un poco, es una viciosa. Es uno de esos sueños increíblemente reales. Toda ella es deliciosa, se mueve como una diosa... En un momento dado, y sin venir a cuento, me informa de que su padre está en la otra habitación. Me da igual. Entonces me despiertan. Me echo a llorar.

3 - El fin del mundo. Al planeta Tierra le quedan pocos días de vida y entre la población se han sorteado pasajes para las naves espaciales que van a despegar en busca de un nuevo hogar para la humanidad. A cada elegido le dan dos billetes para que se lleve a su pareja, concubino/a o asociado/a. Camino tranquilamente por una especie de alfombra roja en el puerto espacial mientras a ambos lados, sólo separados de mí por unas vallas y las fuerzas del orden, vociferan ciudadanos asustados y furiosos. Arrastro indolentemente una maleta. Entonces noto que me llaman desde una valla. Miro y ahí está una de mis ex novias. Me acerco a ella. Me pregunta si le he dado mi pasaje extra a alguien. No, le digo, lo llevo aquí en el bolsillo. Me mira con ojitos tiernos. Yo pienso: "pero si eres mala, malísima". Le pregunto: ¿sería yo quien recibiría el billete extra si te los hubieran dado a ti? Duda. Admite que no. Entonces saco mi pasaje extra y se lo doy. "Por haber sido sincera", le digo. Recojo mi maleta y sigo andando. La verdad es que no podría soportar que le pasara algo. Además, me iba a aburrir mucho en el nuevo planeta...

No hay comentarios: