Hola. Soy el hombre que nunca quieres. Te escribo para asegurarme de que pienses en mí durante un momento. Apenas me queda juventud que malgastar, no puedo seguir esperándote en este o aquel sitio. Estoy cansado de ensayar sonrisas en aras de la normalidad y de que sólo el dolor me recuerde que estoy vivo. Francamente, creo que es más heroico y poético arrancarte el sujetador que escribirte bonitas cartas. Estaré por aquí, un ratito más, por si tú también te has cansado de tanta literatura...
No hay comentarios:
Publicar un comentario