domingo, 1 de enero de 2006

Ni ahora ni nunca

dejo para algún futuro cercano
una vida de segunda mano
en una casa de empeños

(Diego Vasallo)

Bonita forma de terminar el año. Anoche me llamaron, entre risas, "tercerón". Yo, que soñaba con inspirar amor, sólo despierto risa cruel. No soy nada más que un chiste, debería contar mi vida en El Club de la Comedia o en La Hora Chanante (en Testimonios, por ejemplo). Intuyo que este 2006 va a ser un gran año. Me gustaría estar muerto...

No hay comentarios: