viernes, 14 de octubre de 2005

Capítulo 3

Me dijo que lo que le daba miedo de mí es que la quería demasiado. Yo no estaba de acuerdo. ¿Qué era querer demasiado? ¿Escribir cartas de amor con tu propia sangre? ¿Recitar su nombre, como si de un mantra se tratara, a todas horas? ¿Montar un altar con fotos suyas y rezar ante él antes de acostarse? Si era así, entonces sí que la quería demasiado, puesto que había hecho todas esas cosas.

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