martes, 6 de septiembre de 2005
Bringing it all back home
A veces creo que tengo todo el tiempo del mundo, a veces creo que, si no actúo hoy, mañana será tarde. Me paraliza el miedo cuando pienso en besar a una mujer si no tengo muy claro que mi iniciativa será bien recibida. Y es una tontería, no es tan humillante ni desolador ser rechazado. Pero es para volverse loco moverse siempre en términos relativos: ahora acepto tus besos, ahora no, ahora quizás, ahora jamás. Mejor sería hablar en términos absolutos: acepto tus besos siempre, no los acepto nunca. Querida mujer encantadora, agradecería un poco de claridad en nuestros diálogos, aunque aprecie el secretismo en el que nos movemos, nuestra dulce historia apenas revelada, nuestros gestos disimulados en pos del cuerpo del otro.
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