martes, 3 de febrero de 2004

Our Lady of Solitude

La pianista preciosa de ojos interminables que se negaba a sonreír. Cálida y misteriosa. Digamos que era noviembre.

Tras ese momento alucinatorio (otro más), pasemos a cosas menos mágicas y hermosas. Hablemos de la soledad. Grandes hombres han disfrutado de la soledad a lo largo de los siglos. Yo personalmente no conozco ninguno, pero no pongamos en duda la afirmación anterior por meros tecnicismos. Hay varias preguntas acerca de este tema que intentaré responder con la diligencia que me distingue.

¿Qué es la soledad? Básicamente es estar solo. Ya, sé que tú podías haber llegado a esa conclusión sin ayuda, pero piensa que hago esto gratis. Si me envías 50 euros, no tendré ningún inconveniente en ofrecerte una descripción más detallada del fenómeno de la soledad en una sociedad moderna (y en la nuestra también).

¿Qué nos lleva a la soledad? Un estudio científico de la Universidad de Estocolmo proporciona diversas posibilidades: una mala higiene corporal, tendencia a contar chistes en funerales, tirarle los tejos a las novias de los amigos, obsesión por las gardenias, etc.

¿Cómo podemos salir de la soledad? Simplemente hay que tener una actitud positiva y todo irá bien. Esto, que puede ser cierto en muchas ocasiones, no es verdad nunca.

¿Es la soledad un fenómeno progresivo o es regresivo? Sí.

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