sábado, 31 de enero de 2004

De lo oculto

Hoy se manifestó en mi cuarto un señor de Cuenca. Llevaba una cabra en cada mano y un piano de cola en el bolsillo de la chaqueta. Me miró como quien mira una reposición televisiva y dijo: "Espanto al demonio con una perfecta higiene dental". Dicho esto, me pegó una patada en la espinilla y desapareció escaleras abajo. Este encuentro paranormal me hizo meditar profundamente, por lo que permanecí en cuclillas durante varias horas.

Hecho esto, almorcé estupendamente.

1 comentario:

Gus. dijo...

El comer pesado trae consecuencias