Este dolor no desaparecerá, pero puedes esconderlo, encerrarlo bajo siete llaves y, ciertos días, con las condiciones adecuadas, parecerá que no existe. Otros, sin embargo, golpeará en la puerta de la celda repetidas veces, requiriendo tu atención. Intentarás ignorarlo, seguir con tu rutina, pero ya nada marchará como es debido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario