Todo por el bien del arte

Decidió poner su vida en manos de otra persona, pues era demasiada presión la del mundo moderno. ¿No sería mucho más práctico que alguien organizara sus días? Como si se tratara de un personaje cinematográfico que se limitara a obedecer las órdenes del director. Sin duda, mucho más descansado.

Asuntos personales

«Lo personal es político», declaraba con aire satisfecho. «Es decir, pertenece a la polis, al conjunto de mis  conciudadanos. Así que no me acuséis de ser un egocéntrico, de hablar constantemente de mí mismo».

En las ruinas

Podremos reconstruir nuestra realidad, dijeron desde la convicción más optimista. No entendían que harían falta otros materiales e incluso otros operarios.

Antiguos jugadores

Se reunían cada año con el objetivo de rememorar los días de gloria, pero siempre acababan hablando de todo lo que pudo haber sido y nunca fue.