Las hormigas lo invaden todo cuando muere alguna araña en un rincón. Podrían dejar que el cuerpo se desintegrara tranquilamente, pero no, tienen que hacer notar su presencia. Obedientes, forman largas hileras para transportar el cadáver desmembrado de forma muy eficiente. Es admirable el orden y la coordinación con que acometen la tarea. Sin embargo, yo me dedico a matarlas sembrando el caos entre sus filas. Podríamos discutir si un exterminio es la respuesta adecuada a un allanamiento de morada, pero qué sabrán las hormigas de legislación.
1 comentario:
Me gustan las hormigas, y quizá es por ese sesgo que pienso que ellas sólo hacían su trabajo.
Existe una creencia de unos nativo americanos que consiste en que, cuando mueres, caminas por un pasillo a cuyos lados encuentras a todos los animales con los que te cruzaste en vida, y ellos deciden si cruzas al otro lado o no, dependiendo de lo bien o mal que los hayas tratado. Es una anécdota curiosa que siempre me hizo gracia, porque supongo que estarían también todos los que te has comido haha. En tu caso hay ejércitos de hormigas esperándote y me parece una escena tronchante xd
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