Sueño que estoy en un bar con gente joven, pero llega la hora de cierre, así que salimos a la calle. Camino unos minutos con unos chavales en dirección a su piso con la idea de seguir la fiesta, pero al llegar al portal me da mala espina su actitud. Una amiga de ellos que fuma en cuclillas le pregunta varias veces a uno si ha pagado el alquiler y este evita responder. Me parece que quiere robarme, aunque no entiendo por qué le parece bien el robo cuando no es capaz de mentirle a su compañera con lo del alquiler. Me despido de ellos para seguir con mi camino, pero el otro dice «oye, que se escapa» y de pronto el sueño me lleva a la azotea del edificio, donde no tengo escapatoria, y suenan pasos de gente que sube corriendo a mi encuentro. Esto me indigna sobremanera: ¿por qué el sueño hace trampas? Si no he caído en el engaño, ¿por qué me mete mágicamente en la situación que tenía preparada en vez de ser más convincente? ¡Qué vagancia!
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