Uno de los consejos que te dan cuando te presentas al examen de
speaking del B2 o del C1 es que no intentes ser sincero, sino simplemente que contestes de tal manera que demuestres un buen nivel de inglés. No quieren conocer tu vida, sólo tu habilidad con el idioma. La presentación de un libro es algo parecido: el público no espera sinceridad, sino algo interesante (aunque mejor si parece honesto, claro). Un escritor debería saber esto, pero yo siempre termino con la sensación de haber hablado un buen rato sin decir nada.
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