Es un hecho increíblemente afortunado que una mujer bella quiera pasar su tiempo contigo. Uno, claro, desearía pensar que es merecido, el ego siempre aspira a reivindicarse en cualquier situación, pero la razón nos dice que se trata de algo arbitrario, azaroso. Y que una mujer hermosa vuelva a ti a pesar de tus evidentes imperfecciones es algo digno de alabanza eterna. ¿Qué verá ella que tú no consigues vislumbrar?
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