—Hay una importante falta de simetría entre mis expectativas y los resultados.
—Cambia tus expectativas, entonces.
—Eso me parece poco ambicioso, aparte de hacer trampas para que me cuadren las cuentas.
—Primero de todo, es realismo. La fantasía es propia de niños, no de adultos. Segundo, se trata de realizar ingeniería contable, como las grandes empresas. ¿Nunca has querido sentirte un emprendedor?
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