Hace unos días, una señora muy obesa iba sentada en el cercanías. Esto de por sí no tendría nada de especial, pero en el asiento contiguo llevaba una caja de pizza. Aparentemente conteniendo una, claro. El tren iba bastante lleno, viajaban varias personas de pie, pero por lo visto era de vital importancia destinar uno de los escasos asientos libres para una pizza. Yo me pregunté si esto formaba parte de una performance para ponernos a prueba ante los estereotipos, pero finalmente le indiqué a la señora que portara la pizza en el regazo para que Sonia pudiera sentarse. Obedeció, pero bastante molesta. Yo no encontré las cámaras ocultas.
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