Soñé que estaba en casa de mis suegros y Emmanuel Macron era el invitado de honor. Había queimada, pero el presidente de la república francesa, desconocedor de la cultura gallega, decidió probarla cuando las llamas se elevaban orgullosas sobre la bebida. Como es lógico, esto afectó negativamente a su integridad física, provocándose quemaduras importantes y llegando a extenderse el fuego por su ropa. Pero no importó, conseguimos sofocar el fuego y Macron se sentó en el sofá con una sonrisa resplandeciente. Aunque de vez en cuando le asomaban llamas azules por los sobacos.
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El crossover definitivo
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