Por el camino, hemos perdido el concepto de la casa como hogar. Para muchas personas ahora la casa es un lugar donde apenas pasar el tiempo: desayunar, comer o cenar algo rápido y recalentado y, con suerte, dormir las horas suficientes para aguantar otra larga jornada laboral. Y con esto del confinamiento han descubierto que residen en un espacio (esto es una forma de hablar) inhóspito. ¿Dónde fueron a parar esos metros cuadrados necesarios para vivir y por qué pagamos tanto por nada?
1 comentario:
Exaaaactamente
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