—Querida.
—Dime.
—¿Te he comentado alguna vez que te quiero?
—En incontables ocasiones, sí.
—¿Y qué te parece?
—No me opongo.
—Pero ¿me correspondes?
—Si te refieres a cartearnos, tampoco me opongo a eso.
—Eres escurridiza como Garrincha.
—No sé cómo tomarme eso, pero gracias, supongo.
2 comentarios:
Muy bueno. Tampoco me opongo a que sigas escribiendo. Saludos
Huyhuyhuyhuyyyyy
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