Al principio la red era un territorio desconocido que explorábamos unos pocos. Éramos pioneros, unos valientes, aunque la gente nos miraba como si fuéramos bichos raros. Luego fueron incorporándose colonos a esta tierra de oportunidades. Había porno, vídeos de gatitos, discusiones bizantinas en foros. Las cosechas de memes fueron abundantes y todos prosperamos. Pero el nuevo mundo había cambiado. Las fábricas de
fake news envenenaron nuestros ríos con sus vertidos tóxicos y la violencia se apoderó de las calles de la información. La inocencia de aquellos primeros años nunca se pudo recuperar.
3 comentarios:
La adultez siempre tiene algo de sordidez.
El problema es que la vida misma está en venta. Todo tiene que estar sometido a negocio y controlado. La inocencia y la gratuidad son cosas de otros tiempos. HOy a los peques ya les enseñan a competir desde muy pequeños. Las redes sociales para aparentar más de lo que somos o no somos. Parece que hoy no nos basta con ser,además tenemos que vendernos bien ante los demás... No sé, seguiría barruntando ideas pero me enveneno a mí mismo. Saludos. Buena reflexión.
Que me vas a contar...
Publicar un comentario