Mis personajes nunca son tímidos, como si me produjera también pudor trasladar a las páginas esta característica mía. Es cierto que a veces les cuesta hablar con naturalidad con otro personaje hacia el que sienten atracción, pero esto es algo con lo que puede identificarse cualquiera, mientras que la extrema timidez ya le parecería más raro al lector. Mis personajes saben relacionarse, pero porque todo está orquestado (por mí), ¿cómo iban a tener dudas?
1 comentario:
No hablará del último, ¿no? Yo espero que no le sea clavaíto (pese a las coincidencias), porque el tipo da una grima-barra-pena...
Publicar un comentario