Las quejas constantes al final tienen recompensa: si nada se tuerce, a
principios de año se publicará mi segunda novela, una historia muy
diferente a «Fuera de trama», sin apenas humor y protagonizada por un
tipo despreciable que espantará a los lectores. Estoy feliz como un
vampiro en una convención de hemofílicos.
1 comentario:
Avise.
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