—La vocación es una cosa compleja.
—¿A qué te refieres?
—Es un deseo muy fuerte, una pasión, pero nada de esto garantiza que se te dé bien. Es una llamada, pero puede que te la estés haciendo tú mismo, como los locos que oyen voces.
—Tonterías, tienes que creer en ti y seguir luchando por lo que te gusta.
—¿Te he contado alguna vez que mi gran vocación es ser amante tuyo?
1 comentario:
La vocación puede transformarse en equivocación si apelamos a la sinceridad.
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