—¿Por qué ir ahora a Praga? ¿Para poder decir que has conocido la verdadera vida bohemia?
—Sí, no está mal para hacer la gracia. También porque acabo de cumplir los cuarenta y Kafka murió un mes antes de cumplir cuarenta y uno. Qué sé yo, el ser humano siempre busca equivalencias y puntos en común para poder creer que la vida tiene algún sentido.
1 comentario:
Pero no me lo imite, ¿hein?
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