Lijando las baldosas del suelo para arrancar los restos de cemento incrustados vete a saber hace cuántos años. La vecina de abajo protesta a voz en grito. «Todos los días igual», se queja, «parece que estén lijando». A punto estoy de contestarle con un sonoro «bingo, señora», pero decido que es mejor callar y seguir lijando.
1 comentario:
Si hiecieran comentarios como "haz los pedazos más pequeños, que nadie peinse que pudieron pertenecer a un ser humano", vería cómo no le dicen nada.
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