Creo que era Hegel quien decía que sólo en Alemania había la temperatura adecuada para pensar. Yo no he estado nunca en tierras germanas (y tampoco creo que vaya a estarlo en el futuro), pero puedo atestiguar que aquí hace demasiado calor para escribir alguna frase con sentido. ¿La literatura de verano? Páginas en blanco. Gotas de sudor. Nada más.
1 comentario:
Ventiladores. Ese gran invento.
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