Se quejan los actores de lo duro que es para la autoestima presentarse a pruebas y ser rechazados. El mundo del escritor es también parecido. Al menos, el del escritor de segunda fila. Envías tu obra a alguna editorial y aguardas una respuesta durante meses. Lo ideal es que ésta fuera positiva, claro, pero llega un momento en el que agradecerías simplemente que dijeran algo, cualquier cosa. Escribir a una editorial es una lección de paciencia y humildad. Yo, por ejemplo, llevo casi ocho meses esperando. Es curioso este régimen de silencio al que me someten, es como si le hubiera escrito a una ex amante.
1 comentario:
Cabrones. Si es que no, que lo digan cuanto antes.
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