sábado, 14 de abril de 2018

Animus iocandi

Yo, amigos, quería gustar al mundo, pero no me lo tomé en serio y se convirtió en algo imposible. El mundo no está para bromas, exige la solemnidad que todo esto merece y que yo nunca he sabido ver.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Falacias.