sábado, 27 de enero de 2018

El pobre es culpable

Uno de los mayores éxitos del neoliberalismo ha sido convencer a la gente de que la pobreza es un defecto del carácter o incluso una elección. Cuando uno piensa que el pobre lo es porque quiere o debido a ser débil, ¿qué respeto puede tenerle? El pobre es culpable de su desgracia, bien por elegirla o por no ser «normal». Todo el mundo quiere ser normal, no hay nada peor que no serlo. Se habla de ser extraordinario, pero hoy en día esto consiste en ser uno más, simplemente en no destacar negativamente. Ser extraordinario es ser como todo el mundo. Así, resulta muy triste que hoy en día sólo pueda entender la precariedad alguien que la ha conocido de cerca, que la ha vivido. Y no siempre funciona. A veces el que sufre la pobreza asume el discurso imperante y se dice: es que no soy digno de otra cosa.

1 comentario:

Microalgo dijo...

El otro día un joven político de novísima formación neoliberal decía que los mileuristas eran "clase media".

Los cojones.