Los años empiezan lentamente y parece que uno tiene todo el tiempo del mundo para hacer planes y, todavía más importante, llevarlos a cabo. Luego llega diciembre y uno se sorprende de que todo haya pasado tan deprisa y de lo poco que le ha cundido. Por suerte, se promete enmendarse en el nuevo año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario