Es extraña la complicidad. Un día hablábamos con una cercanía que hoy sería imposible. Desnudos, nos contábamos nuestro día. Formábamos parte de la vida del otro. Y nos parecía normal, aunque esto no había sido siempre así. Luego dejó de serlo. Sólo un paréntesis. Distintas realidades que se suceden sin tiempo a pensar en ello.
1 comentario:
Rememoro a Stefano Benni: "¡Alice, Alice! ¿qué ha cambiado en nuestras vidas?" "Pero si yo no me llamo Alice".
Y así todo.
Publicar un comentario