—Se equivoca usted al afrontar el problema de la felicidad, su actitud no es la correcta.
—Ya imaginaba que era culpa mía, sí. ¿Qué tengo que hacer?
—Muy sencillo: ser feliz es muy complicado y no está al alcance de cualquiera. El secreto está en convencerse de que ya lo es y no molestarse con alcanzar esa dichosa entelequia.
1 comentario:
Imposible. Confórmese con la alegría.
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