Mi poder de convicción es ínfimo, pero es lógico esto. Si no puedes engañarte a ti mismo, ¿cómo pretendes convencer a otros? Claro que, por otro lado, convencer a otros tendría que ser más sencillo que engañarte a ti mismo. Al fin y al cabo, ya te conoces bien y sabes que no estás siendo sincero contigo, mientras que los demás no saben nada de ti y no tienen motivos para desconfiar. Es complicado esto.
1 comentario:
No se crea. Hay gente que nace convincente, de esos que le venden arena a un tuareg. Y gente que no. Y no pasa ná, así es el mundo...
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