«Quiero hacer una transferencia, ¿me costará dinero?», pregunto en mi banco. «Pues eso depende», me contestan, «¿tienes menos de veintiocho años?». Yo no sé si lo pregunta en serio o si se trata de una estrategia para fidelizar a los clientes a través del halago.
1 comentario:
"Tengo doce y soy una prostituta bielorrusa" sería una respuesta adecuada a tal pregunta. Por ejemplo.
Publicar un comentario