sábado, 13 de mayo de 2017

Magnitudes

—Aquí dice que si a uno no le gusta escuchar su propia voz es por tener baja la autoestima.
—Tú no tienes la autoestima baja, que bien que viajaste para ligarme.
—Eso no tiene nada que ver: mi autoestima era tan baja como siempre, pero el deseo era muy alto.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Yo siempre me oigo fatá, y digo "¿pero yo hablo así?"