viernes, 30 de enero de 2015

El mal poético

Mi mujer no entiende que soy así por Baudelaire, él es responsable de mis actos. Las prostitutas, las mulatas, las drogas (los paraísos artificiales), el alcohol (embriagarse de vino, poesía o virtud), la sífilis, todo eso me viene por sensibilidad poética, por los versos del más grande poeta maldito francés. ¿Quién soy yo para discutir con Baudelaire?, le digo a mi mujer, no soy digno, sería un desacato. No soy más que un jardinero cuya labor es cuidar de las flores del mal.

Publicado en el número 17 de Obituario.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Le pueden dar con el rastrillo en los morros, jardinero. Y luego vendrán los llantos, claro.