sábado, 31 de mayo de 2014

La última vez

Lo habitual es que uno no conozca cuándo es la última vez que está con una mujer determinada. Lo normal es que uno se acueste con ella pensando que habrá otras veces. O no pensando nada en absoluto, claro. Si uno supiera que es la última vez, quizá haría algo especial. Algo del menú que quedó por probar, por ejemplo. Algo memorable que distinguiera este último polvo de los anteriores. Aunque lo que lo diferencia es precisamente que se trata del último, pero es una característica que adquiere después, cuando ya todo ha terminado. «Sí, recuerdo bien la última vez, fue en una habitación de hotel, era primavera y blablablá». Uno quisiera estar sobre aviso para que nada se quedara en el tintero, pero es de mala educación (y una señal de debilidad) preguntar a tu partenaire si habrá más veces o si la de hoy va a ser la última.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizá sí que lo sepas, y seas tú el que te lo guardes. A mí me ha pasado y da igual haber probado o no el menú completo: resulta triste saberlo.

Anónimo dijo...

Coño, llego a saber que era el último mensaje de Juan Carlos por Navidad y hasta lo hubiera escuchado y todo!

Microalgo dijo...

Uh. Me callo.