En una galería de arte, aparece asesinado un artista. Al principio, la gente piensa que forma parte de la exposición: muerte de artista, artista muerto, la muerte en público, algo así. Pero no es una
performance, sino otro tipo de crimen. Una señora pide que llamen a la policía, pero le contestan que la policía no tiene jurisdicción en este lugar: tiene que investigarlo el comisario de la exposición, que para algo es comisario. El comisario de la exposición diría que su título no le faculta para resolver crímenes, pero calla, que bastante poco le respetan los artistas ya.
1 comentario:
"Bueh, lo único interesante de la muerte de un artista es lo que se revaloriza su obra"
Firmado: el ministro de cultura, o algo así.
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