El pájaro que sintoniza su cantar se posa en una rama frente a mi ventana y me mira con uno de sus grandes ojos. Acepto peticiones musicales, parece decirme. Yo me acerco a la ventana y grito:
bird on the wire, pero creo que lo entiende mal, pues se aleja volando como si mi grito le hubiera asustado.
1 comentario:
Sorprendente.
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