Eh, lo hemos logrado, le digo a mi yo de hace diez años, el relato que escribiste entonces ha sido por fin premiado. Bueno, el mérito es compartido, me dice él, que tú hiciste modificaciones. Pero la idea general es tuya, le contesto yo: es un relato de juventud, aunque haya convencido a un jurado ahora. Ha sido por tu insistencia, me responde él, que yo ya no existo: ya no vivo para verlo. No digas tonterías, le digo yo, que en realidad no hemos cambiado tanto.
3 comentarios:
Talvez hace 10 años, un jurado dictaminó una sentencia y declaró que yo hacía buenas canciones. Mi Yo de aquel entonces me dice que fue justo, que ese jurado supo ver la perla en el barro. Pero hoy, otro jurado declaró que yo no hacía buenas canciones. Mi yo de aquel entonces ha optado por refunfuñar, maldecir. Es un hipersensible a la crítica.
La verdad: Los jurados siempre se equivocan. Por lo que sus premios no valen nada.
Solo valen los premios del presente que uno mismo se dá.
Ah por cierto, excelente blog.
¿Se puede hablar con los muertos?
Ha ganado en madurez... y un pelín en esquizofrenia, todo hay que decirlo.
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