Al llegar a casa, se encontró a su mujer llorando. «Lo sabe todo, se ha enterado», pensó. Se arrodilló ante ella y le pidió perdón. «Era sólo una aventura», le dijo, «nada serio: yo sólo te quiero a ti». En ese momento, vio las cebollas picadas en la mesa.
3 comentarios:
Gran patazo.
A un amigo mío lo llamó su mujer al trabajo. "¿Sabes qué día es hoy?" "¡¡Felicidades!!" gritó él, por si las moscas. "Es el último día para entregar la declaración de la renta, idiota", le contestó ella. Virídico.
El error.
Y después el horror, supongo
Ella se levantaría sin más, y le diría pues disfrutala yo hace años que dejé de interesarme por los cuentos chinos.
-Por cierto amorcito, a partir de ahora lo que era tuyo es mio, disfruta de las aventura de Tom Sawyer, mientras yo haré de sorda, ciega y sordomuda, con tu coche, con tu casa y con mi libertad...
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