—¿Qué es esto? —le pregunta ella.
—Es un condón —responde él con naturalidad.
—Ya, eso ya lo sé. ¿Pero qué hace en tu cartera? Porque yo tomo la píldora, no es ningún secreto.
—Pues ya sabes: por si acaso.
—¿Cómo que por si acaso? ¿Acaso lo llevas por si ligas por ahí? ¿Acaso sales de casa preparado para la posibilidad de serme infiel?
—¿Qué? Nada de eso. Es el típico condón que uno guarda en la cartera y luego olvida. Seguro que lleva años ahí.
—Eso todavía es peor.
—¿Cómo va a ser peor?
—Claro: estoy saliendo con un perdedor incapaz de ligar. ¿Qué dice eso de mí como mujer?
—No sé. ¿Tal vez que estás como una cabra?
—Y encima me insultas, como si no fuera bastante lamentable tu forma de ser.
4 comentarios:
Y luego está lo del horóscopo...
Una salida mejor: "¿Y si viene un violador y me obliga a bajarme los pantalones a punta de pistola? Con esto, al menos, no pillaré el sida, ni me quedaré embarazado..."
Me recuerda a la escena de una peli, se parece en los condones y la reacción histérica :)
¿Porqué te gustan tanto las mujeres celosas y neuróticas?
No me gustan.
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