—No entiendo nada de lo que dices cuando hablamos por teléfono.
—Igual te estás quedando sordo.
—No, no es eso. Es mi teléfono, que distorsiona tus palabras. Me dices «te quiero» y yo entiendo «jardinero». Es un lío todo.
—¿Y qué hacemos? ¿Nos comunicamos sólo por escrito cuando estamos lejos?
—No. Podrías decirme «jardinero» y así yo entendería «te quiero».
—¿Qué?
—Tenemos que desarrollar bien nuestro código, para que no haya confusiones. Habrá que ir probando.
—Es una idea de lo más loca.
—¿Y qué alternativa propones? A mí me gusta escuchar tu voz, pero prefiero entender lo que me dices.
—Ya, pero en realidad te estaría diciendo incoherencias.
—Y yo las entendería. ¿No es eso el amor? Nuestro propio lenguaje secreto.
—Yo me imaginaba algo más romántico, la verdad.
5 comentarios:
Me recordaste el poema "Espero curarme de ti" de Jaime Sabines...
Algo más romantico que darle sentido a las palabras de manera única, lo dudo.
Algo más especial que decir PS, para alguien de este mundo signifique Te quiero, eso antes era un secreto, ahora una cosa que ni le va ni le viene a nadie más que a mi, y todo aquel lea esto si es que alguien se molesta en leer los comentarios ajenos.
Es mejor hablar en gíglico. Pues yo no quiero un jardinero, prefiero un guitarrista con barba... besos!
jajaja me dio risa, pero esta bueno!
"Cariño, me acabo de liar con el te quiero".
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