—Llueve —dice ella.
—Sí.
—Yo quería salir a dar un paseo.
—Tendrás que esperar que escampe.
—Si fueras un buen marido, controlarías el tiempo.
—¿Qué?
—Lo que pasa es que no me quieres.
—Claro que te quiero, pero no puedo hacer que deje de llover.
—Entonces eres un incompetente, que es peor.
—¿Es peor ser un incompetente y quererte que ser competente y no quererte?
—Claro. Al menos haría buen tiempo.
1 comentario:
Pues mi "buen marido" haría que lloviese siempre que me diera por ir a pasear. No hay nada más bonito que la ciudad bajo un paraguas y el olor de la tierra mojada.
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