Podríamos vivir en estas calles que no conocen nuestros nombres y alimentarnos de gatos y palomas, que esta ciudad tiene de sobra. ¿Quién iba a darse cuenta? Aunque a ti te mirarían por bonita y a mí por loco, pero podríamos escondernos y esquivar al mundo siempre juntos, románticos y melancólicos y llevar la vida secreta que inventaríamos en constante improvisación.
1 comentario:
Me sobra el menú a base de gatos y palomas...:)
Saludos.
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