sábado, 3 de septiembre de 2011

La musa

Haz de musa, le dice él. Y qué hago, pregunta ella. No sé, cualquier cosa, tú musea, que yo escribo. Ella se encoge de hombros (por qué estaré saliendo con un loco, piensa) y pasea por la habitación mientras él toma notas.

4 comentarios:

José Antonio Fernández dijo...

Esa inspiración...

Anónimo dijo...

Pues cree en él, de lo contrario no pasearía (musearía).

Martín Garrido dijo...

Sin musas no habría arte...

Microalgo dijo...

Él debería haberle advertido que las musas, por lo general, o llevan poca ropa o no la llevan.

Y si cuela, cuela.